El gran arquitecto Asplund construyó esta casa de estilo tradicional para su familia en un paraje idílico entre una formación rocosa y una bahía. El proyecto poco llamativo al exterior se organiza con astucia al interior al orientarse perfectamente al sur para captar la luz y las vistas al Báltico y usando la roca como protección norte, adaptándose a la pendiente del terreno mediante cambios de nivel en el pavimento que aprovecha para articular el programa de la vivienda y diseñando cada ventana según la estancia a la que sirve.
La casa es enteramente de madera y utiliza soluciones como la cimentación de roca de la zona, la recogida y aprovechamiento de agua de lluvia o el uso de los árboles preexistentes para dar sombra en verano. Los dos volúmenes del edifico se articulan en su unión mediante el acceso con porche y la gran chimenea de tradición nórdica. Una segunda chimenea exterior junto con el porche se apropian del terreno delantero sin apenas modificación como una estancia más de la casa.
"La
vivienda se entiende desde el sueño nórdico de vivir en comunión con la
naturaleza, donde reine el silencio y la tranquilidad. Así Asplund plantea este retiro con una
humildad encomiable. La casa rehúye de cualquier ornamento y no claudica ante
ningún estilo o moda. De hecho tiene más que ver con la arquitectura anónima
(arquitectura sin arquitectos) y tradicional que con la vanguardia del momento.
Estamos hablando de 1937, año en el que su más ferviente seguidor y amigo Alvar
Aalto estaba construyendo Villa Mairea, donde en cierta forma gran parte de las
actitudes a la hora de proyectar son muy parecidas." José Rivera Serrano
hypèrbole
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